viernes, 4 de mayo de 2012

Nos vamos....

Esta noche tengo luces apagadas por donde pasa el juego del tambor, esta noche dejo la luz ensimismada en ella, entre piedra y sueño, entre nacimiento y esperanza la vida pasa, pasa la vida,,,,, Ya no son horas, pasan segundos como horas, como agua pasada por el río verde, por el río vivo que hacía de su pasar cantos en vida, no hay cosa, que llene el cántaro, ni casa en calor hogareño, que me hable de mis dientes caídos, del ratón que premia, de mi fiesta de cumpleaños..... Hoy tengo las luces apagadas al ser el sol mis luces, la luna espera en vigilia sin razón de amar.

martes, 31 de enero de 2012

Gorrión en roca


martes 31 de enero de 2012

Gorrión en roca

Posó pequeño cuerpo, pequeño sueño,
pequeño vuelo,

gorrión lastimado, canta, canta,
lanza plumas lanza llanto
pico herido,

ojos pequeños observan inmensidad celestial
recorre visiones,
vuelo imaginario logra,
a pesar de pesar, en pesar,
baila dolor,
dolor en madrugada
hace recuerdo ensayista sin historia
se hace roca, roca pura, pura,

su diminuto corazón pierde la partida
se ha marchado el amor, se ha marchado la espera,

espera dice la noche, espera dice el canto,
es tarde, la tarde muere,
no hay metáfora viva,
ojos secos miran el alma,
baja el telón......cenizas llueven,
la confunde con la brisa,
l
no hay más.......

sábado, 15 de diciembre de 2007

LimboZ, LimboX visto por Carlos Patiño

“ En Limbos Samuel no dice “era”, Samuel dice “es”.

NO barrió sus sueños ni sus ansias debajo de una alfombra: los exhibe y los coloca impúdicamente delante de aquellos que no quieren verla, tal vez soñando en quienes sí las ven, buscando sus pares perdidos o escondidos debajo de vidas aburridas o seguridades desgarbadas que matan el calor de la piel y convierten a hermosas mujeres y hombres apetecibles en seres de sangre seca a fuerza de buscar conveniencias.
Decía poesía de Samuel Bassán aparentemente sin lugar en este mundo, voz suave pero tozuda en esto de recordar que la sangre caliente justifica existir, enojada también con quienes hicieron de este planeta una aldea inhabitable como diría cualquier hombre de bien – voz con el trópico en la palabra y en la idea.
Limbos en el lugar de los mejores sueños de la gente. Un poeta no cambia al mundo. Pero te hace pensarlo desde otro lugar. Y esto no es poco.”


Carlos Patiño poeta y escritor argentino.

Comentarios de la poeta y escritora Laura Hernandez Muñoz sobre la obra de Samuel Bassan M

Al leer la obra poética de Samuel Bassan, recordé las palabras de Rainer M. Rilke en su libro Cartas a un joven poeta: “Una obra de arte es buena si ha nacido al impulso de una íntima necesidad”. Este poeta panameño escribe poemas con la fuerza de un espíritu que no hace concesiones y de igual manera habla del amor a la mujer que lo ama y se entrega, o a la que lo engaña y abandona, como del campesino de manos agrietadas que labra la tierra que no le pertenece, o al niño devorado por el monstruo urbano sin un nombre en su tumba cuando lo vomita. Sus versos son intensos, fuertes, penetrando en el ánimo del lector como daga ardiente: Los antifaces desaparecen/derretidos en la piel.

Samuel Bassan ha escrito cinco poemarios: Lágrima escarlata, elaborado en Guatemala. Limbo X, Limbo Z, Alter Ego y Acapela, en Panamá. Cada uno de estos libros es diferente, porque el autor se multiplica en el prisma filosofal del lenguaje logrando distintas voces que gritan su íntimo reclamo abarcando desde el amor por su madre en el poema “Baby”: Te respiro en cada momento/ llevando tu vida en mi recuerdo/ ¡Madre mía, cuánto te extraño! Hasta las frases de exaltada pasión por la mujer que desea: Te amo con cien corazones de fuego/ tocando la dicha/ en mil posiciones/ buscando tus horas/ para amarte bien. Él es un observador crítico del entorno utilizando la soledad como criba para cernir las palabras con las que construirá su juicio versificado. Ama, goza, sufre, besa y muerde. Es un noctámbulo que aúlla a la luna: Déjame tocarte a dos manos/para cuando el sol se apague/ y la luna muera/ te acuerdes que hubo ayeres/ donde salpicaba la noche/ nuestras sábanas blancas.

Para Bassan, el amor es un papel pautado para escribir melodías con diferentes ritmos. Se percibe en sus versos el golpe cadencioso del mar, la lluvia vespertina de la montaña y la exuberancia de la selva; sensaciones transformadas en sentimientos profundos que desde siempre habitan su alma. Te amé con la paciencia de una lágrima rebelde que se entierra en el sentimiento del que ama sin boleto de regreso, sin una lluvia que refresque la esquina de emergencia cuando agoniza el amor. Sus poemas van desde el corto aliento de una frase: podría ser/ pero la tarde nos ganó el camino/ y el amor el olvido. Hasta los que hacen una descripción de un domingo cualquiera como: “Me levanté tarde” del libro Alter Ego. Lo cotidiano se vuelve denuncia y adquiere personalidad. Para Samuel Bassan toda acción humana es sujeto y objeto para crear un poema: El amor sana/ sin levantar faldas/ ni bajar pantalones/ a la fuerza. En “Quisiera ser” se intuye el sueño idealista de liberación: Quisiera ser tiempo/convertirme en camino/rodando con el viento/llegando a pueblos/llorar sus penas/levantar sus sembradíos/tomar chicha fuerte en invierno/calentando mis huesos.

Escribir es un exorcismo para sacar a los demonios íntimos que nos habitan. Samuel Bassan Mishaan, un moderno shaman, utiliza sus poemas como conjuros para sanar, liberar y hacer soñar a los corazones dormidos que hasta ahora, no han entendido lo que es poesía. Después de leer su obra me doy cuenta que aún hay espíritus valerosos que no escatiman el dolor de parir para dar vida.

Voz suave pero tozuda comentarios sobre la obra de Samuel Bassan M del escritor Pedro Recciutti

“Debo estar loco,
para arañar mi cara
distinguir sonidos de liras
rayar piedras
para escribir un poema”

Eso dice Samuel Bassán en uno de sus poemas y acaso tenga esto algo de verdad. En el siglo XXI, aún frío y despiadado coletazo del siglo XX este panameño, nacido en 1951, comienza a rayar piedras para como el mismo dice, en una de sus palabras de presentación de "Acapela”: Mis escritos como los llamo es un producto de una vida llena de experiencias negativas, positivas, son un cesto lleno de diferentes sentires”. Y esos sentires los ha volcado en sus libros junto a esa “legión de fantasmas aguerridos que miran mis letras con burla de abril”.
De sus poesías han dicho sus dos prologuistas: Carlos Patiño, argentino: que la “ poesía de Samuel Bassán, aparentemente sin lugar en este mundo, voz suave pero tozuda en esto de recordar que la sangre caliente justifica existir” y Laura Hernández, mexicana: “aproximarse a su lectura es como beber agua de un manantial con aroma y sabor cambiante”.
En su visita a Montevideo, mi ciudad (Uruguay), compartimos días de charlas y poesía y allí conocí a Bassán hombre que no difiere del poeta. Por momentos sus ojos de entornaban y aparecía esa alma en pena, llena de melancolía y recuerdos amargos; en otros la sonrisa a flor de labios, el canto de esa “nota de un pentagrama ligero” que soñó en Tierra 221; y esa su mirada, profunda y escudriñadora, siempre buscaba, como buscan sus textos, poesía o prosa, y en fugaces instantes lo atacaba su “cabrona depresión” y entonces su voz se convertía en un ruego, el mismo que expresa en Acapela: “acompáñenme con mis letras en caminos desconocidos, convirtiéndonos en socios con la simpleza y profundidad de los estrechos recorridos de la vida”.
Conocía a este poeta a través del Proyecto “Libro sin Tapas” en oportunidad del homenaje que en ésta ciudad se brindara al país de Haití en la escuela del mismo nombre el 23 de agosto del 2004.Samuel había escrito, especialmente para ese homenaje, el cuento para niños: “La hoja Florisa”, cuento integrado a una serie de festejos del mismo año que realizara UNESCO.. Luego fui conociendo su obra: Limbo Z y X, Acapela, Alter Ego.
Caminé junto a Samuel y he visto su maduración poética, hasta “Alter Ego”, donde esa poesía toma con mayor universalidad el tema del amor en todas sus formas: mujer, pueblo , universo ; y lo hace con la simpleza de las palabras que todos entienden.
Ser escritor, poeta, es ser intérprete y testigo; su lenguaje debe ser lo suficientemente simple para que quede como la otra historia, esa que no resulta de las cartas y documentos oficiales sino del acontecer diario, esa historia sin historia que exprese el sentir de un momento de esa larga narrativa que es la batalla del sobrevivir en una época y un lugar determinado. Y esto es lo que busca y logra Samuel Bassán. La lectura de su obra me trae a la mente las palabras de Jaime Sabines: “Cuando escribo lo único que sé es que sufro de dolor, de esperanza, de alegría, sé que estoy sufriendo y que necesito decirlo”. Este amigo que nos ocupa hoy, es exactamente un poeta como lo definiría Sabines, cuando escribe sufre de amor, de dolor, de esperanza, de alegría:

“No estamos de fiesta
pero bailemos
usemos máscaras
de porcelanas
vestidos de algodón,
brindemos por algo,
por lo no vivido, por lo odiado.
También
Por lo amado”

Pedro Recciutti Renucci, escritor, poeta, ensayista. Tallerista.
Trabajo realizado a petición del Proyecto “Libro sin Tapas” para ser presentado en el periódico “La Prensa” de Panamá. Montevideo, septiembre, 6 del 2005. Uruguay

viernes, 14 de diciembre de 2007

Pequeña reseña del poeta y escritor



Incluido en el prestigioso Directorio de Escritores Vivos de Panamá Bassán M., Samuel


de la pagina Poetas del Mundo Bassan Mishaan


Ha participado especialmente invitado en Encuentros y en Jornadas literarias tanto en su pais de origen como en el extranjero.

Forma parte de los poetas seleccionados para la realización de libros artesanales en el Proyecto, Libro sin Tapas.